lunes, 11 de junio de 2012

¿Personas integrales o máquinas de dinero? 

Durante los últimos años, hemos vivido una reforma educacional, que ha tenido un gran impacto en nuestra actual sociedad, tanto en los estudiantes mismos, como en el ámbito profesional pedagógico. ¿Ha sido efectivo? Es una incógnita que difícilmente podemos responder hoy en día, ya que probablemente veremos sus resultados en un tiempo más distante y mediante los métodos específicos. Sin embargo, el problema que no alcanza a ser percibido por nuestra sociedad, pero que no deja de ser por esto igual de importante; es el tipo de personas que nuestros establecimientos educacionales están formando, no solo en el ámbito académico, que quizás ha tenido diversos avances en cada ámbito o área del aprendizaje, sino que específicamente en el campo de calidad humana.
Si bien es cierto, el pasado año 2011 se implemento una nueva modalidad educativa, instruida por el anterior ministro de educación Joaquín Lavín, que tenía como finalidad mejorar la calidad de la educación a nivel nacional, principalmente enfocándose en los establecimientos educacionales municipales. Sin embargo dentro de esta nueva reforma, creo que nunca hubo ni la más mínima preocupación con respecto al impacto que generaría en los mismos estudiantes, no académicamente, sino en su propia integridad moral. Bajo mi punto de vista, creo que a pesar de ser esta una de las preocupaciones menos consideradas, constituye una de las mas importantes, ya que tal y como leí en un eslogan publicitario hace unos días atrás: “los niños de hoy, serán los profesionales del mañana”. Esta frase no me dice nada más, que a pesar de alcanzar tantos logros a nivel académico, no estamos mas que desviando a nuestros niños del verdadero éxito y bienestar en la vida. ¿a quienes estamos formando?, ¿a niños que llegaran a la adultez sintiendo poseer una formación que les permitirá enfrentar la vida?, ¿o simplemente a maquinas de dinero?. Y es aquí donde quiero destacar mi necesidad de expresar un fenómeno que a repercutido en cada uno de los rincones de nuestro país, que poco a poco ha ido masificando la idea de potenciar a cada niño en cada una de sus habilidades, para que cuando sea un profesional pueda generar los ingresos suficientes como para sustentar una familia, y es mas, para llevar a nuestro país al desarrollo. A mi parecer, la clara falta de esencia humana en nuestros días, es evidentemente el problema que realmente debe tratarse en la actualidad, ya que no serviría de nada educar al mejor de los estudiantes en el ámbito académico, para que cuando sea un profesional, no tenga la moral e integridad suficiente como para pensar en las generaciones que vienen creciendo junto a sus propios hijos, a quienes obviamente no les faltara nada; pero sin embargo, seguiríamos con el mismo problema a nivel social y sobre todo humano, como un circulo vicioso. Y es eso principalmente a lo que alude la idea de solo generar y generar personas que tengan a futuro estabilidad económica, como un maquina que solo sigue actuando mecánicamente cada vez; pero ¿realmente valdrá la pena seguir “generando personas”?. Quizás estamos aun a tiempo de apagar el generador y comenzar a FORMAR verdaderas personas integrales.
                                                                 
                                                                                                                          Valentina Perez

                                                                                            

No hay comentarios:

Publicar un comentario